La esencia del trabajo artístico de Philipp Fröhlich es su devoción por la relevancia actual de la pintura como medio, tal y como se refleja en su rica historia. Textos, tanto poéticos como periodísticos, suelen ser el punto de partida de sus sugerentes cuadros, y Fröhlich desarrolla su práctica de asociaciones pictóricas en consecuencia, transformando palabras, frases y sonidos existentes en complejos y laberínticos dramas visuales. Fröhlich trabaja con frecuencia en series temáticas que investigan temas como la criminología o, más recientemente, los cuentos infantiles de todo el mundo.
En su trabajo el artista emplea el siguiente método: construye maquetas con las que explora posibles motivos vistos desde diversos puntos de vista y situaciones de iluminación. Tanto las fotografías que toma de los modelos como los propios modelos sirven de material de partida para sus interpretaciones pictóricas. Cuanto más seductores parecen los espacios visuales al principio, más se amplían como ámbitos multiperspectivos de experiencia visual. Es sobre todo la dramaturgia de la luz y el color de Fröhlich, así como su elección del encuadre, lo que articula la artificialidad de sus composiciones pintadas, produciendo rompecabezas visuales equilibrados entre la realidad y la realidad de la pintura. Fröhlich utiliza géneros y lenguajes de la historia del arte clásico con gran detalle y precisión, como una especie de cantera para sus representaciones de seres humanos, animales, arquitectura y paisajes.
Fröhlich se enfrenta a la pintura -cuya muerte y resurrección se han invocado repetidamente como un mantra durante décadas- con la energía, el porte y la visión de un inconformista. Para él, los cuadros representan enigmas potenciales, así como interconexiones infinitas con el mundo como contrapartida y enigma perpetuo que puede redescubrirse una y otra vez. Combinando la maestría técnica con sus distintas interpretaciones de mundos de motivos estructuralmente engañosos, sus lienzos abordan temas universales con una complejidad contemporánea.
Philipp Fröhlich (Schweinfurt, Alemania, 1975) estudió escenografía con Karl Kneidl en la Düsseldorf Art Academy antes de cambiar el teatro por la pintura independiente en Madrid, hace veinte años. Fröhlich, que vive y trabaja entre Bruselas y Madrid ha trabajado con galerías como Soledad Lorenzo y Juana de Aizpuru, donde ha expuesto regularmente. Actualmente prepara su próxima exposición en la Galería Juan Silió de Madrid en noviembre de 2025.
Su obra está representada en colecciones como Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Von der Heydt Museum, Wuppertal, Museo Patio Herreriano de Valladolid Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) o el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M), entre otras.