Tras participar en 2020 en el segundo Cuarto de Invitados, la artista cántabra Amaia Bregel vuelve a la galería de Santander con sus últimos trabajos, en los que sigue plasmando su interés por la geometría y lo modular siempre desde un personal pulso a la pintura.
Como resultado de una intensa investigación sobre el material pictórico, “descuelga” el pigmento del tradicional lienzo, consiguiendo que el color rellene los espacios generados por las estructuras construidas con finas varillas de madera y se alíe con la luz para ser proyectado de forma independiente sobre las paredes. Estos volúmenes diseñados cuidadosamente en dibujos y estudios previos se convierten en construcciones que en muchos casos comparten el carácter escultórico con una vocación de arquitectura utópica, generando espacios dominados por la armonía del número y la suavidad del color.
A esta cualidad de simbólica habitabilidad responde el título de Orden y morada. Etimológicamente, “morada”, del latín morari, significa detenerse, entretenerse, quedarse, permanecer. La morada es pues el lugar donde te detienes voluntariamente, donde permaneces y te demoras, es un lugar para quedarse y recuperarse. Hay que reconocer que este tipo de locus amoenus (lugar idílico) resulta ser, cada vez más en estos tiempos que corren, una propuesta estética nada despreciable.
En esta muestra, Amaia va más allá de objeto, pues algunas de las piezas se convierten en instalaciones que salen al encuentro del espectador y cambian la percepción de la sala, proyectadas como están para modificar directamente el espacio, delimitarlo, ampliarlo, interponerse entre el público y la propia estructura de la galería.
Un lugar muy especial ocupa en la exposición la pieza Relicario, a través de la cual podemos articular una sensación que se hace patente al experimentar las piezas, y es la relación que estas aventuran con cierta forma de espiritualidad o trascendencia y que resulta interesante reflexionar desde la manifiesta sustitución que en la contemporaneidad se opera entre el ritual religioso y el ritual artístico. Relicario se inspira en la obra del mismo título que Yves Klein, artista de lo etéreo y lo inmaterial, realizó en 1961 para entregar como exvoto a Santa Rita en el santuario de Cascia (Perugia, Italia), donde se venera el cuerpo incorrupto de la santa.
Desde la levedad y la ligereza de sus piezas, Amaia Bregel nos invita a soñar con lugares ideales y metafóricos, bañados de una luz amable de dulces colores.
ORDEN Y MORADA
26 octubre – 9 diciembre de 2023
Galería Juan Silió
C/ Sol 45, bajo. 39003 Santander.
Horario:
Martes – Sábado,
10:30 – 13:30 h.
18:00 – 21:00 h.