La galería Juan Silió acogerá a partir del próximo sábado 6 de Noviembre la obra del artista plástico David Latorre (Huesca, 1973). Esta exposición, la primera de este artista en la galería, se podrá visitar hasta el 10 de Diciembre.
La muestra , bajo el título de “Remake”, presenta una revisión de los últimos trabajos fotográficos y escultóricos realizados por el artista en los últimos años.
David Latorre empezó con cuerpos para acabar en espacios, interviniendo las pieles materiales con cosméticas escenografías creando nuevas lecturas iconográficas y simbólicas.
Artista multidisciplinar, trabaja en la búsqueda de sitios abandonados, afectados por una inminente demolición o a punto de ser reconvertidos arquitectónicamente y que han perdido su uso, provocando desde la acción artística visiones en torno a estos espacios, a través de registros fotográficos, intervenciones pictóricas, escultóricas y performáticas.
Sus proyectos proponen recorridos, relecturas y reapropiaciones y sus registros intentan revelar otros matices y puntos de fuga, expandiendo el campo semántico de las arquitecturas.
Dichas intervenciones son al final borradas expresamente y los espacios son vueltos a registrar, marcando una línea de tipo argumental que remite por igual al recuerdo nítido de su uso histórico, a variaciones precisas de orden fantasioso o a la sensación de la ausencia y la nada.
Una invitación, desde el trabajo de campo, a la conservación de memorias históricas y patrimoniales condenadas al olvido, y a la proyección de inquietudes críticas y emocionales en torno a la arquitectura, a su calado en la construcción y condicionamiento de identidades e historias de vida y, en últimas, a su sentido social.
El desarrollo cronológico de las obras expuestas en la galería Juan Silió comienza en 2003, a través del proyecto Mobiliario Interior, realizado durante la estancia en la beca europea Pépiniéres Euroeénnes pour Jeunes Artistas, en la ciudad franco-suiza de Mulhouse. En este proyecto se investiga utilizando el cuerpo como soporte, como molde, con la idea de representar la superficie del cuerpo o apariencia para hablar del interior, o esencia. Se trataba de utilizar el cuerpo o piel de personas, con las cuales había mantenido relaciones personales, como lienzo virgen sobre el cual plasmar ideas o pensamientos propios, mostrando su belleza oculta; y este es en cierto modo el sentido que adopta la luz negra en sus obras. Lo que no se ve a simple vista, bajo la luz del día, pero está ahí y hay que sacar a la luz, para reivindicar así el carácter de identidad de cada persona.
David Latorre trabaja en esta época con la unión de cuerpo y mobiliaro, para posteriormente, en el año 2005 comenzar a hacerlo con la arquitectura, como nexo entre ambos. Siempre denunciando la ausencia del uno a través del otro y marcando un carácter referencial entre ellos.
Siguiendo con esta idea, en los años 2005 – 2006 realiza la intervención en Aravaca (Madrid), que se convierte en su proyecto más intimo. A través del día a día con el hijo de uno de los propietarios, se va elaborando el desarrollo de la obra en una casa cargada de una importante memoria oculta; motivo por el cual los propietarios abandonan la vivienda y deciden la demolición de la misma.
Posteriormente el artista, viaja a París, dónde su estudio se trasforma en su centro de operaciones. En el año 2008, comienza su trabajo más importante hasta el momento, un proyecto realizado en el Centro Penitenciario de Huesca, desde su desalojo hasta su demolición. Este proyecto se presenta por primera vez al público en esta exposición.
Por último, en este año 2010, ha obtenido los permisos para intervenir en el antiguo Club de alterne Kiss Club de Madrid, en la famosa calle Ballesta de Madrid.
David Latorre es licenciado en Bellas Artes por la Facultad de Bellas Artes de San Carlos en Valencia, ha realizado numerosas exposiciones tanto individuales como colectivas , como las celebradas individualmente en el Musée de Beaux-Arts de Mulhouse, en Francia; en el Museu d´Art Modern de Tarragona o en las galerías de arte Carmen de la Calle y Pilar Parra, en Madrid; en la Galería Mas Art de Barcelona o en la Galería Antonia Puyó de Zaragoza.
Colectivamente ha expuesto en varios de los centros más representativos del arte actual contemporáneo, como pueden ser el CAC de Málaga, La Capella de Barcelona, la Sala Rekalde de Bilbao o el IVAM de Valencia.
Su obra se encuentra presente en varias colecciones tanto públicas como privadas como la Colección de la Fundación Unicaja, la obra Social de CajaMadrid, el Colegio de España en París, el Musee des Beaux-Arts de Mulhouse, la Diputación Provincial de Zaragoza, la Universidad Politécnica de Valencia o los Fondos Artísticos del Gobierno de Aragón.
En los últimos años su obra ha sido merecedora de importantes becas o premios, como puedan ser la Beca Pépiniéres Europeénnes pour Jeunes Artistes, la Beca del Colegio de España en París, la Beca de la Casa de Velázquez o los premios Generaciones de CajaMadrid.