Las obras de Santiago Ydáñez siempre están cargadas de expresividad y de tensión, su pincelada está llena de vida, cada obra encierra más de un sentimiento, ya sea dolor, placer, nostalgia o éxtasis, el fin es que primen los gestos. Muecas, gestos, expresiones, en ocasiones actitudes forzadas, perspectivas teatrales o primeros planos de una fuerza y una contundencia rotunda.
Sin embargo, si algo realmente identifica la pintura del jienense es la rapidez en la pincelada, de cuya velocidad quedan impregnadas las pinturas, produciéndose una suerte de contrapunto, sobre todo en los retratos: tomas estáticas, tranquilas, como fotos de carnet, que a su vez están llenas de vivacidad. Una versatilidad capaz de crear efectos y escenas de gran impacto visual en géneros tan dispares como el retrato o el paisaje.
Nacido en Puente de Génave (Jaén), Santiago Ydáñez estudió Bellas Artes en la Universidad de Granada y ha realizado talleres entre otros con Juan Genovés. Afincado en Berlín desde hace años, donde ha expuesto en numerosas ocasiones, es considerado como uno de los artistas jóvenes con mayor proyección internacional. Ydáñez participa activamente en el circuito internacional del Arte en países como Estados Unidos, Suiza, Italia, Canadá, Alemania, Brasil o México que, además, combina con actividades y exposiciones en su pueblo natal y sus alrededores. Su obra se encuentra en numerosas instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid. Obtuvo entre otros el Premio de Pintura ABC en 2002 y Premio de Pintura Generación 2002 de Caja Madrid, la Beca del Colegio de España en París del Ministerio de Cultura en 2001 y la Beca de la Fundación Marcelino Botín en 1998.