La obra de Laura López Balza narra su propia experiencia vital, plasmada a través de un mundo interno compuesto de fábulas oníricas de la naturaleza y el paisaje, del medio rural o de lo cotidiano. Son historias mínimas recordadas, imaginadas, vividas o idealizadas, que reflejan anhelos, preferencias, miedos. Representan un ciclo –el de la vida y la muerte– y un canto a la alegría de vivir, la búsqueda, el conocimiento del mundo, de su propia realidad.
Su trabajo sobre Senegal comienza en 2017, tras una estancia de varios meses en Palmarin, aldea de pescadores en la costa, y su descubrimiento del país de la teranga (espíritu de la hospitalidad), donde lo cotidiano se confunde con un jardín paradisíaco poblado de vegetación exuberante y colorida, casi irreal. Su mirada busca la magia en todo lo que observa y la infinita capacidad de sorpresa queda reflejada en pinturas a veces enigmáticas. Son pequeños relatos con los que fijar en la memoria todo lo acontecido, donde lo real a menudo se mezcla con lo imaginado en este país.
Trata temas como la naturaleza, los ritos y tradiciones o sus misterios de origen animista, dirigiendo la mirada a la luz y lo sublime de los paisajes rebosantes de color. Estas obras hablan de la fascinación por esta realidad que desborda lo dado. Se pretende llevar una labor que recuerda a la de los antropólogos que se embarcaban en expediciones movidos por un espíritu de aventura y descubrimiento.
Es Licenciada en Bellas Artes, Universidad del País Vasco. Entre 2007 y 2009 realiza los Cursos de doctorado, Universidad del País Vasco y en 2016 se gradúa en Filosofía en Universidad de Valladolid. En 2008 realiza el curso “Arte y creatividad; hacia la educación creadora a través del arte”, Museo Guggenheim de Bilbao. En 2011, “Jornadas de trabajo, Morfología de la naturaleza”, Alcalá de Guadaíra, Sevilla y un Taller de ilustración avanzada, en la Escuela Massana, Barcelona. Al año siguiente, “I Curso de Realismo y Figuración para Pintores”, impartido por Antonio López y Andrés García Ibáñez en Almería. En 2014, el Taller con Arnal Ballester en Ilustratour, Valladolid.
Entre sus individuales destacan El sueño de los dos pájaros, en Galería Juan Silió (2022) o Pintar para ver, en galería La Gran, Valladolid (2018). Por su parte, en Portugal, Mundos, en Ó!Galeria, Oporto (2018); Ó Galeria, Lisboa (2016). Algunas de las colectivas en las que ha participado son Vert-Jaune-Rouge (2018), Instituto Cervantes, Dakar (2016), In/out, Museo Patio Herreriano, Valladolid (2017). En 2016, como finalista del Premio BMW de pintura en Centro Galileo, Madrid. Fue finalista de la 33 Muestra de Arte Joven de la Rioja o del XVIII Certamen Nacional de Pintura y Escultura “Ciudad de Melilla”, 2017. También destaca su puesto de finalista en IV Premio a la producción artística Fundación Banco Santander, 2016. Finalista del Premio de Artes Plásticas del Gobierno de Cantabria, 2017, ha ganado en la edición de 2022 el premio al artista cántabro.